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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



18 de diciembre de 2014

OFRECED MISAS POR QUIENES NO SE TRATAN CON SU FAMILIA O AMISTADES POR ALGO QUE PASÓ HACE TIEMPO



Hijos de Dios, cuantas almas en estos momentos están cayendo fulminantemente en el abismo eterno. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Es irreversible esa situación de quien se condena, porque todo en la vida puede cambiar, pero quien se condena ya no puede cambiar ese estado, ni por todo el oro del mundo, ni siquiera por la Preciosísima Sangre del Cordero de Dios. Yo, Espíritu de Dios, os hablo. 

Por eso, hijos, atesorad bienes espirituales en esta vida que os avalen a la hora de la muerte, y no pecado tras pecado, porque el pecado es el medio más seguro para la condenación y los que  se condenan pecaron impunemente y no se  arrepintieron de ello por muchas veces que Mis mociones y gracia trataron de que volvieran su rostro Dios. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Es  triste y lamentable que muchos de los que se condenan podían haber llegado a ser grandes santos sólo con pedir perdón a Dios y perdonando asimismo a quienes en esta vida le ofendieron, pero la semilla del mal, el veneno mortal que es guardar encono, los llevó a desarrollar  esa semilla en su alma y fueron víctimas de ella en el último instante de su vida, cayendo al abismo infernal donde será el llanto y rechinar de dientes eternamente (Lc 13, 28).  Yo, Espíritu de Dios, os hablo. 

Quienes leéis  estos escritos adentraos en vuestras almas y ved si esa situación caótica puede ser la vuestra, y si veis alguna semejanza en vosotros, hijos de Dios, enmendaos cuanto antes y arrancar el mal de vuestras almas, no vaya a ser que si vosotros no os libráis del mal ahora, el mal os tenga atrapados eternamente en la oscuridad y fuego del Infierno. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Ofreced Misas por esas almas que sabéis qué andan en situaciones semejantes, porque no se tratan con su familia o amistades por algo que pasó hace tiempo. No permitáis que el mal siga adosado en vuestras almas un día, y otro, y otro, y así durante años. Ahora que tenéis facultades mentales y ocasión de cambiar, hacedlo sin perder tiempo, y echad en el olvido el mal que os hicieron, porque si no es así, vosotros mismos os estáis haciendo un mal que puede perdurar eternamente. Yo, Espíritu de Dios, os hablo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.